En el fascinante universo de la literatura, hay nombres que resplandecen como estrellas literarias, y entre ellas, destaca la figura única de Julio Cortázar. Bienvenidos a este post que rinde homenaje a la mente creativa y a las historias inolvidables que han emergido de la pluma de este maestro de la narrativa.
“Rayuela”
En Rayuela (1963), Julio Cortázar supo condensar sus obsesiones estéticas, literarias y vitales a partir de un mosaico diverso, profundo, inagotable que, a su vez, refleja de forma maravillosa lo más esencial de su época. El amor turbulento de Oliveira y La Maga, los amigos del Club de la Serpiente, las impredecibles caminatas por París -la ciudad que promete el cielo pero puede conducir al infierno-, encuentran su contracara en la aventura protagonizada por Oliveira, Talita y Traveler en Buenos Aires.
Rayuela es un libro único, abierto a múltiples lecturas, lúdico, complejo, lleno de riesgo y humor, de una originalidad sin precedentes y un talento innato para influir en las futuras generacion
“Salvo el Crepúsculo”
Multifacetico, Salvo el crepúsculo se despliega como un collage inagotable. Su autor homenajea a los poetas, deja hablar a esos deliciosos charlatanes de Calac y Polanco, se entrega al tango y al jazz, a la pintura y al amor, a París y a Buenos Aires.
Cortázar no llegó a corregir las pruebas de imprenta de Salvo el crepúsculo, que se publicó por primera vez en 1984, pocos meses despues de su muerte. En esta edición revisada se incorporan por primera vez las correcciones manuscritas que el autor incluyó a última hora en las doscientas ochenta páginas del original, y se subsanan errores heredados en todas las ediciones existentes hasta el momento.
“Bestiario”
Bestiario es el primer libro de relatos que Julio Cortázar publica con su auténtico nombre. No hay en estas ocho obras maestras ni el menor balbuceo ni resacas juveniles: son perfectas. Estos cuentos, que hablan de objetos y hechos cotidianos, pasan a la dimensión de la pesadilla o de la revelación de un modo natural e imperceptible. Sorpresa o incomodidad son, en cada texto, un condimento que se agrega al placer indescriptible de su lectura. Sus relatos nos desazonan porque poseen una característica muy rara en la literatura: se nos quedan mirando, como si esperaran algo de nosotros.